Un trincaje de carga de contendores marítimos deficiente, mezclado con un largo viaje con mala mar, puede generar incontables dolores de cabeza para la empresa exportadora propietaria de la carga, para la estibadora responsable del trincaje de la carga, para la naviera que lleva el contenedor de puerto a puerto y para las aseguradoras de todas ellas.
Y no sólo por el valor de los desperfectos que pueda tener la mercancía, sino por el coste de oportunidad porque no llegue la carga lista para vender o fabricar, o por los posibles desperfectos de mercancías que no son nuestras o del propio barco.
La normativa internacional dicta que la línea marítima no es responsable de los daños que sufra la carga cuando el contenedor llega cerrado y precintado (siendo la mayoría de los casos) por lo que no puede comprobar su correspondiente estiba y trincaje.
Jordi Moré de Gesica Trincajes y Cargas S.L. recomienda 7 errores a evitar:
1. Contratar una empresa experimentada y de confianza para realizar el cargado, estibado, apilado y asegurado la mercancía en el interior del contenedor. Los corrimientos y aplastamientos de la carga en los barcos, está relacionados con la estiba y el trincaje de la mercancía a bordo. También es importante el lugar del buque donde se cargue la mercancía, no es lo mismo que viaje en cubierta a la intemperie a que lo haga en bodega, donde está más protegida y se balancea mucho menos.
2. Asegurarnos que la mercancía sea apropiada para su transporte en el contenedor que se ha suministrado. Muchos materiales requieren condiciones concretas de humedad, temperatura, ventilación o protección.
3. No realizar una inspección exhaustiva del contenedor antes de cargarlo. Un contenedor defectuoso que no sea estanco puede suponer daños en la carga por mojaduras. O si sus sistemas de medición de refrigeración no funcionan correctamente y, por lo tanto, se hacen lecturas erróneas.
4. Refrigerar previamente, a la temperatura apropiada para su transporte, la cargas que requieran viajar en unas condiciones de temperatura correctas. Pensemos que los contenedores frigoríficos no son congelantes, simplemente mantienen la temperatura.
5. Confirmar que el cargador cumple con las prescripciones de altura de la carga que permitan la circulación del aire en el contenedor frigorífico, sin que tape los conductos de ventilación.
6. Revisar que el contenedor es entregado por el porteador con el precinto original intacto. Excepto en los casos documentados de control de aduanas.
7. Contratar una empresa auditora externa para que compruebe que las cantidades cargadas correspondan con las descargadas y no haya habido robos durante el trayecto. Este punto es especialmente relevante en el caso de graneles.
Que un cargamento de mesas de madera tropical recorra 10.000 km y llegue en perfecto estado no es tarea sencilla, pero con estos breve consejos, pueden ayudarnos a cumplir el objetivo. En esos casos recordemos que, como recomienda Jordi Moré de Gesica, una buena estiba, facilita el trincaje de la carga.